jueves, 15 de septiembre de 2016

Entrevista a Cecilia Merchán, compiladora de "#NiUnaMenos desde los primeros años: Educación en géneros para infancias más libres"


En una sociedad es necesario lo diferente, lo diverso. Es necesario porque es enriquecedor y constructivo. Pero, cuando la diferencia se convierte en desigualdad, lejos de enriquecer y construir, lo que hace es empobrecer y abatir no sólo a las sociedades, sino también a los Estados, a las comunidades, a las organizaciones y a las personas. Porque la desigualdad es un límite para la libertad. Un límite con una fuerte raíz simbólica, que fácilmente se materializa, impregna y reproduce en las prácticas.

Cecilia Merchán es Licenciada en Comunicación Social, militante y batalladora incansable por los derechos de las mujeres. Fue diputada nacional y hasta hace poco coordinó el Comité para la Lucha contra la Trata Y la Explotación de Personas. Es también, junto con Nadia Fink, una de las compiladoras del libro “Ni Una Menos desde los primeros años: educación en géneros para infancias más libres” (Editorial Chirimbote y Las Juanas Editoras), que acaba de salir y está siendo presentado en todo el país. 


- Contanos en principio, para quienes no lo sepan, de qué se trata la iniciativa, a quiénes está dirigida.


- Bueno, este es un libro bien interesante. Lo que busca es poder poner en debate con los adultos y adultas, con las personas que tenemos vínculo con los chicos, cómo se van formando los estereotipos de género ya desde los primeros años. Y poder también poner en debate que, cuando decimos “Ni Una Menos”, o nos ponemos el cartelito de “Ni Una Menos” y nos expresamos en contra de los femicidios, también tenemos que ver cuáles son todas esas acciones diarias, cotidianas, de todos los días y de distintas formas que generan que finalmente nuestra sociedad produzca este tipo de situaciones que terminan en violencias extremas o en femicidios, como salimos después a repudiar.  Muchas veces creemos que están disociadas estas cuestiones, que una cosa es un femicidio y otra cosa son los estereotipos de género; o que son cuestiones secundarias. Y nos parece que es importante abordar cómo ya en la infancia nosotros vamos prefigurando determinados estereotipos, determinadas ideas de cómo debemos ser como varones y como mujeres. Siendo que nosotros necesitamos generar libertad a la hora de decidir cómo queremos ser, a la hora de decidir cómo queremos vivir, y esto tiene que ocurrir desde el comienzo. A nosotros desde que nacemos ya nos están poniendo una etiqueta muy clara: a las nenas nos ponen rosa, a los nenes les ponen celeste. Y después, en el jardín de infantes, nos van configurando hasta los juegos: está el rincón de la casita para las nenas; y los espacios más públicos, la canchita, los juegos de fuerza, para los varones.  Y de ahí en más no paramos hasta el final. Me parece que es muy importante poner eso en tensión. Este libro, que además es el primero para personas adultas que saca la Editorial Chirimbote (que edita las Antiprincesas), tiene muchos abordajes: desde una perspectiva antropológica, histórica, psicológica, desde una perspectiva de la literatura, desde la educación, desde la política. Podemos ver cómo se van construyendo estas ideas y cuál es la profundidad tan grande que tiene esto a la hora de construir y construirnos como sociedad. Cuando pensamos en la justicia para los más chicos, pensamos en que tengan comida, educación y salud. Y eso es algo muy importante. Pero también es importante que puedan decidir cómo ser y que tengan libertad. Que si un nene quiere jugar con una muñeca, pueda hacerlo perfectamente, porque eso también lo va a configurar después de una manera distinta, a la hora de vincularse con un hijo o con una hija.

- Algo muy interesante de este libro es que tiene, como vos decís, un abordaje muy amplio. Desde distintas áreas, el tema es abordado con una variedad y una creatividad muy novedosas. ¿Cómo fue el proceso de recopilación, de seleccionar los textos y los autores?


- Lo interesante de este libro es que no empieza ahora, sino que es producto de todas nuestras prácticas, de años y años. De trabajar no solamente en escuelas, sino también en comedores comunitarios, desde la educación popular, del trabajo que llevamos entre mujeres, del trabajo que hemos realizado hasta desde el Estado. Trabajos desde distintos espacios, que siempre han tenido como lógica que todas las personas tenemos que ser protagonistas de nuestras propias transformaciones. Hoy este libro sale con la Editorial Chirimbote y Las Juanas Editoras, que es una editorial que estamos relanzando. Pero surge como continuidad de un trabajo previo que tuvo una producción muy rica, producto también de todas esas experiencias que mencionaba antes, y que luego se cortó unos años; ahora lo estamos recuperando nuevamente. Habíamos hecho un libro que se llamó “Equis: igualdad y diversidad desde los primeros años”. Esto fue en el año 2010. Y en el medio que estábamos escribiendo el libro -lo estábamos terminando más que escribiendo-, se metió en el Congreso el debate del matrimonio igualitario. Lo que nos generó una búsqueda mucho más amplia de nuestras propias perspectivas, de nuestras propias construcciones, de nuestras propias ideas acerca de lo que era la construcción de género. Debimos ampliar nuestra propia visión, y ampliar hasta el propio trabajo y las experiencias que teníamos. Así que esa fue una vivencia muy rica para nosotras, un proceso increíble. Parte de los artículos que estuvieron en ese libro, son retomados ahora. Por supuesto con actualización, con todo lo que pasó en nuestra propia historia y con todo lo que fuimos construyendo. Y también hay otros artículos con un nuevo abordaje. Incluso, en este libro se incorporan no solamente textos de académicos y académicas, sino que también hay textos de activistas; hay uno de una jovencita trans de 16 años, de Diamante, que es un texto increíble, es una maravilla. Es bien diverso y muy simple de leer. Nuestro objetivo es que este libro sea justamente útil para muchas personas, que no sea elitista, ni tenga palabras completamente complejas que solamente entienden un grupo de personas, sino todo lo contrario. Va a ser muy útil para trabajar desde la docencia, así como también para todas las personas que vienen abordando o trabajando con chicos y chicas desde otros lugares.


- Recién decías que estos dos libros, tanto “Equis” como “Ni Una Menos”, tienen mucho de lo que fue su experiencia política y de militancia. En esos ambientes sucede que muchas veces comprenden -o dicen comprender- la importancia de la educación para revertir estos índices de violencia. Pero, sin embargo, no se involucran con este tipo de proyectos educativos ¿cómo entendés eso?


- Mirá, lo que decís es muy interesante. Porque muchas veces en los espacios políticos, incluso los que uno considera espacios propios, hay un discurso “políticamente correcto”, respecto de que los derechos de las mujeres hay que garantizarlos, de que la diversidad tiene que ser garantizada. Pero las prácticas después son absolutamente machistas. Hay organizaciones políticas que tienen un discurso que va para un lado; y después las prácticas son tremendas, machistas, misóginas. Creo que esas cosas tenemos que revisarlas. Porque, justamente, nosotros decimos que hay enemigos de la justicia o enemigos del pueblo que están bien afuera de nosotros y de nuestras prácticas. Sin embargo, el machismo es un enemigo de la justicia muy grande, un enemigo del pueblo, y lo tenemos completamente internalizado en nosotros mismos. Entonces creo que es importante poder hablar de esto; además de, obviamente, criticar algunas barbaridades de machismo muy claras y contundentes que se ven en los sectores más de la derecha, más conservadores. Porque es muy claro identificar esas prácticas en los otros, pero a veces es muy difícil identificar nuestras propias prácticas. En el ámbito de la vida política e institucional, yo te puedo contar cientos de anécdotas, que serían como para otro libro de cómo a veces en el discurso se sostiene una cosa y en la vida real y cotidiana se hace otra. Y por supuesto que, entonces, esto no va a tener una importancia fundamental a la hora de construir políticamente; si no hay una convicción alrededor de esto, como vos decís. La educación no va tener una visión de diversidad de géneros, de igualdad de géneros, de igualdad de oportunidades. No va a ser atravesada por esta mirada ninguna práctica, ninguna información, ninguna educación al respecto, si no hay una convicción real de que esto es algo –como vemos desde nuestra perspectiva- crucial para transformar la realidad.


- Leí en otra entrevista algo muy interesante que decís: que militás desde muy joven, desde más o menos los 15 años, allá en Córdoba; y que tuviste la experiencia de lo que es tener el Estado a favor y el Estado en contra… ¿Cómo entendés que se da hoy esa relación, y cómo le recomendás a la militancia que se pare frente a este Estado?


- Mirá, yo he militado como vos decías, desde que soy muy chiquita. Hace 30 años que milito. Y siempre, en general, me tocó hacerlo con Estados liberales, con Estados que han ido en contra de nuestra propia realidad. Después tuvimos 12 años donde -con contradicciones, con dificultades, como fuera- logramos avanzar de una manera increíble, y el Estado estuvo de nuestro lado en un montón de materias, en un montón de temas. En los 12 años de kirchnerismo nosotros logramos avanzar en un montón de cosas, así como en otras no lo logramos, no pudimos. Pero sí tuvimos un Estado que acompañó mucho estos procesos. Yo creo que ahora en este período, donde volvemos a tener un gobierno absolutamente de derecha neoliberal, tenemos que estar muy atentos a un montón de cosas. La primera cuestión que tenemos que revisar, es la de poder denunciar todas las cosas que se van cerrando, o que van desapareciendo. Como, en esta línea, el programa de educación sexual, de salud sexual, también el Comité Ejecutivo contra la Trata -que yo coordinaba- ha sufrido un vaciamiento total y absoluto. Creo que estas cosas hay que decirlas. Y también decir que, cuando hay un Estado de estas características, en general hay ajuste, como el que estamos viviendo. Y ese ajuste, como siempre, trae pobreza, trae desigualdad. Y esa pobreza, siempre trae feminización de la pobreza. Entonces creo que tenemos que estar preparados para ver cómo esto empieza a tener esas características; y cómo entonces siempre que  hay una feminización de la pobreza, empieza a haber también feminización de las organizaciones sociales, de las organizaciones de base. Y, así como tenemos que estar atentos a qué sucede desde el Estado, también tenemos que estar atentos a qué sucede desde nuestras propias organizaciones. Porque ya nos pasó a fines de los 90’, en el 2000…que todas las organizaciones sociales se llenaron de mujeres (los trueques, las copas de leche, los merenderos, las asambleas barriales). Éramos todas mujeres y, sin embargo, quienes discutían y decidían la direccionalidad política de esos espacios eran todos hombres. Eran un puñado de hombres, pero eran quienes siempre tomaban la decisión final. Y creo que nosotras tenemos que estar muy atentas a eso. El lugar que a nosotras nos corresponde es el de ser protagonistas, no el de estar ocupando lugares secundarios en ningún tipo de organización. Y creo que de todo esto es de lo que tenemos que hablar cada vez que decimos “Ni Una Menos”. No es un tema secundario. Cada vez que pensamos en que tenemos que terminar con la violencia hacia las mujeres, también tenemos que pensar que hay que terminar con la exclusión social, con la pobreza y las prácticas que dentro de nuestras propias organizaciones nos llevan también a la exclusión a la hora de tomar decisiones y determinar cuáles son los caminos que queremos seguir.


- ¿Están pensando o trabajando en otros libros, actualmente?


- Ahora estamos con este recién salido del horno. Yo estoy de presentación en presentación. Empezamos esta semana en Córdoba, ya la semana que viene en Buenos Aires, y después por todo el país. Y ya estamos preparando un siguiente libro que va a tener que ver con la posibilidad de talleres concretos, cómo trabajar todos estos temas directamente en las escuelas, en los centros de desarrollo infantil, o donde nos manejemos con niños y niñas. Esto junto con Editorial Chrimbote y Las Juanas Editora. Y además también pensamos, desde Las Juanas Editoras, encarar una propuesta editorial que nos permita poner en debate en la agenda política cuáles son los elementos que nosotras queremos discutir como mujeres, o desde los colectivos LGBTI, cómo queremos nosotras instalar debates que nos parece que son cruciales en la vida política argentina. Así que estamos a pleno, estamos lanzando este libro y la verdad es que tenemos una respuesta hermosa, increíble, de mucha gente que no sólo está interesada sino que además se moviliza para poner en debate estos elementos. Me parece que eso es lo más rico, lo más lindo: que el libro aporte no solamente desde una perspectiva del debate y el análisis, sino también de encontrarnos y hacer cosas juntas para poder seguir instalando esto.



Entrevista realizada por Macarena Sánchez Volpe
 el 05/09 durante el programa radial "Lo Menos Pensado"
(Lunes de 21 a 24 hs. por www.radiobarbarie.com.ar)




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