domingo, 27 de mayo de 2018

Mónica Navarro: “Ser mujer y mayor constituyen dos fuertes fuentes de desigualdad”


  Por Paula Daporta

El próximo lunes 28 de Mayo en la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) se da inicio a un nuevo momento dentro del Programa Ancestras, con la puesta en marcha del Curso Taller de Género y Edad para Mujeres Mayores. Mónica Navarro, responsable del Programa y Directora de la Especialización en Intervención y Gestión Gerontológica, nos cuenta cómo el devenir de su trayectoria la invita a pensar como espacio poco transitado dentro del feminismo las variables edad y género y cómo desde un marco académico se empiezan a tejer nuevas tramas para pensar y habitar desde lo territorial la vejez siendo mujer.

¿Cómo te definirías?

Si me tengo que definir soy una vieja de 55 años, madre de tres jóvenes estudiantes. Tengo varios empleos y vengo luchándola para encontrar espacios donde poder transmitir este mensaje, que siento que he ido construyendo a lo largo de los años sobre la desigualdades de género y edad, no como cuestiones separadas sino como dos categorías en intersección.

Feminista inorgánica, ya que no tengo un espacio de militancia dentro del feminismo pero circulo buscando mi lugar o tratar de armarlo. Circulo, escucho, participo. Militante a favor del aborto legal seguro y gratuito.

Digo que milito a las viejas, en el sentido de que quiero darles voz a las mujeres que están en el último lugar cuando pensamos el feminismo. Esta es una trayectoria que lleva tiempo. Este año cumplo 30 años trabajando vejez. Ingresé hace 30 años en dos cátedras una de vejez y otra que se llamaba algo así como “problemática de la mujer” en la carrera de Trabajo Social de la Universidad de Lujan y desde entonces me vi en condiciones de empezar a formarme y a trabajar con el enfoque de género y edad. Siento que encontré un espacio donde poder decir lo que me interesa, que es esto que estamos construyendo desde el 2010 en la UNTREF.

¿Cómo podemos pensar la vejez en términos generales hoy en día?

Desde hace un tiempo estamos en una transición demográfica, es decir formamos  parte de lo  que los demógrafos consideran país envejecido, porque tenemos más del 7 % de personas mayores. En realidad superamos el 10% de mayores de 65 años. Eso genera una transformación en toda la sociedad, lo que se traduce en un desafío de vivir todos juntos con personas de todas la edades. En un momento que precisamente está cambiando la forma de representación de esos grupos de edad. Es decir están naciendo menos niños. Sobre todo en los países desarrollados y algunos en vías de desarrollo como el nuestro. Por más crisis que tengamos, estadísticamente se nos destaca el grupo de mayores porque tenemos menos nacimiento y las personas viven más años.

¿Cómo se cruzan en este marco, las variables género y edad?

Un dato importante es que aunque nacen más varones las que llegan a más edad somos las mujeres. Vivimos mas años y una de las características que miro de este fenómeno es que vivimos mas años y en peores condiciones. Tenemos peor salud. Esta cuestión es a nivel global. Una de las cosas interesantes es pensar y ver el envejecimiento como una construcción social generizada. Tratar de ver como se producen esas diferencias a lo largo de la vida. Cómo se representan y se expresan en esta etapa. Porque ninguna de esas representaciones se hacen en el vacío. Hay unas líneas de fuerzas que trabajan en conformar performativamente la construcción del envejecimiento femenino. Se mujer y mayor constituyen dos fuertes fuentes de desigualdad. Se es vieja. Se es mujer. Existen esas dos potentes categorías que se intersectan. Si bien todas podemos pertenecer a una clase social, a una raza o a una etnia… todas seremos viejas. En general no hay mucho que esperar más que transcurra el tiempo para que eso suceda. Salvo que te mueras antes, vas a envejecer y al envejecer van a acumularse durante toda la vida una serie de desigualdades que van a construir un envejecimiento diferencial.

En relación a los sucesos ocurridos en el último diciembre con la Reforma Previsional desde los medios de comunicación y mismos de las consignas en las calles durante las movilizaciones, se hablaba de "abuelos", dando por sentado que todos habían tenido hijxs.

Es sobre todo reducir a una identidad, que se trata de un vínculo. En general hay una tendencia a considerar a lxs viejxs como un homogéneo que por default es masculino como todas las figuras que se usan para identificar poblaciones Ahora la Convención por los Derechos de las Personas Mayores en 2015 propone esa denominación en lugar de adultos

En relación a las cuestiones que se vinieron visibilizando en cuestiones de género, está la cuestión que hay una especial efecto de la crisis socioeconómica en las mujeres. ¿Hay alguna particularidad en relación a las mujeres mayores en situaciones de crisis económica?

La crisis amenazas especialmente a las mayores debido a que han tenido que entrar y salir del mercado laboral por el tema del cuidado incluso algunas no lograron incorporarse y su trabajo doméstico les impidió aportar para una jubilación. El efecto acumulativo de las desigualdades de género lo reciben las mayores. Sin perspectiva de género en las políticas de trabajo y seguridad social se condena a las mujeres de bajos recursos a una vejez vulnerable.

¿Cómo emerge el Programa Ancestras en el marco de la Especialización en Intervención y Gestión Gerontológica ?

El Programa Ancestras surge de esta pasión que me despierta y que voy incorporando a medida que investigo y voy  generando distintas posibilidades de participación de las viejas en distintos espacios diseñados para que tengan voz y que puedan sentirse incluidas.
Empiezo nombrándome a mí misma como vieja. Un nosotras como un posicionamiento político respecto de la vejez. Es una forma de empezar a transmitir esta cuestión, desde una perspectiva situada y políticamente definida.

Ancestras es un proyecto en que hemos podido converger distintas personas  conformando un equipo muy interesante e interdisciplinario. Atrás de esta pasión que me hizo pensar en eso que se construye culturalmente y que tiene componentes muy diversos para poder trabajarlos. Es un programa que surge  de varias experiencias y que plantea un objetivo que es trabajar en el sentido de permitirle a las mujeres ser pensadas y pensarse así mismas desde un lugar poderosos. Justamente empoderar es transferir poder pensarse. Situarse desde un lugar poderoso tiene que ver con de alguna forma indagar colectivamente cuales son los lugares de las mujeres mayores que debemos recuperar como capital social para poder construir un modelo de vejez deseable para las mujeres particularmente. Entonces bucear en las identidades. Bucear en los valores  colectivos de las mujeres. De alguna manera es un desafío enorme para una universidad como la UNTREF, lo cual agradezco muchísimo porque estoy subvirtiendo una forma de lo académico, al desarrollar esta experiencia de trabajar con circulo de mujeres y al incluir la música y el arte como parte de aprendizaje

El primer desafío es nombrarnos. Desafiar la lengua. Subvertirla. Transgredirla.

Ancestras en el diccionario no existe y eso fue una señal clara  que por ahí era la cosa. Me interesa pensar la posibilidad de hacer disidencia desde la práctica para neutralizar un  discurso poderoso performativo que nos tiende a homogeneizar y discriminar. Ese objetivo epistemológico implica  resistir la tendencia a esta  homogeneización y realizar el borramiento de las diferencias. Entonces lo que necesitamos es mostrarlas.  Mostrar la diversidad. Mostrar la acumulación de experiencias en el círculo vital. Tomar  consciencia de varias acumulaciones  y desigualdades por ejemplo la instalación en forma estereotipada y performativa de las mujeres en el mundo privado. El mundo de las mujeres como un mundo naturalizado de la construcción de roles domésticos. Justamente, Ancestras pretende ser un programa que constituya una acción positiva a favor de la eliminación  de los prejuicios de género y edad en este caso las mujeres mayores. Nos dirigimos a cubrir esta área vacante o poco transitada en lo referente  a políticas de género y política de edad que pueden articular ambas cuestiones.

¿Qué aéreas de acción se propone el Programa Ancestras?

Intervenir intencionalmente en la trama de género hilando saberes, cuerpos y territorios atravesados por la memoria. Por eso el programa tiene un componente de acción en el territorio. Llevamos la propuesta a distintos lugares para trabajar localmente estos entramados que pueden permitir emerger nuevas figuraciones y representaciones del envejecimiento femenino y habilitar un espacio nuevo para las viejas. Tenemos programado viajar en junio para Tierra del Fuego, que será nuestro primer Ancestras fuera de del conurbano bonaerense.

Otra de las tareas radica en develar  lo socialmente construido de los significados y valores de la vida de las mujeres mayores. Para eso tenemos que es otro componente que es el Curso de Género dirigido a mujeres mayores, abierto a mujeres de todas las edades. Veníamos trabando con la idea de dirigirlo exclusivo a mujeres mayores pero nuestras jornadas vieron un maravilloso un emergente: acudieron mujeres de todas las edades, sobre todo jóvenes. El rango iba de 20 a 95. Fue un hallazgo. Debíamos incluir a las mujeres de todas las edades porque estamos elaborando la vejez femenina de forma anticipada y ahí los reales cambios pueden darse lugar de una forma más significativa. Para eso trabajamos en otro componente de este programa que es el equipo de investigación donde nos proponemos trabajar con las normas culturales que limitan la libre elección  y examinar las condiciones de vida derivadas de de la diferencia sexual en este momento del curso vital. Los múltiples roles, la sobrecarga, las consecuencias del cuidado, la medicalización del malestar, la negación del erotismo y el placer sexual.

Necesitamos reconocer que las mujeres llevan un efecto muy potente contra esas acumulaciones del malestar que tiene que ver con lo ancestral en el sentido que las mujeres desde el principio de los tiempos se han encontrado para poder hacerse fuertes frente a distintas amenazas provenientes del ambiente de su entorno . Ahí están las tejedoras, las campesinas, las profesionales, las trans, las que cuidan,  las que profesan algún culto, la militantes, las feministas. Todas las mujeres. Las que eligen ser madres y las que no. Ahí están armando círculos para conocerse para verse cara a cara y para transitar  lo cotidiano, pensarse y reconocerse en la otra.

Entonces el dispositivo del círculo, para nosotras, es un componente fundamental como dispositivo potenciador de capacidades emergentes en la interacción de la mujeres. Lo digo pensándolo porque es una construcción que estamos haciendo desde el equipo. Pensando como habilitar este dispositivo dentro de un contexto universitario. No es un círculo de sanación. No es un círculo menstrual o uterino. Es un círculo donde van a estar jugando todas las dimensiones.  Nadie puede planificar si en un encuentro entre mujeres, el círculo  tiene efectos terapéuticos o no. Aunque los tendrá sin duda, lo que estamos tratando de encontrar, es un dispositivo que permita habilitar y circular la voz. Encontrar un espacio de escucha y aprendizaje pero que al mismo tiempo este habitado por aquello que nos hace bien. El movimiento, la música  que nos conectan con nuestras raíces

Ancestras

Presentación conceptual+ Círculo de mujeres+ Taller de música.
8 encuentros, uno por mes iniciando el 28 de mayo de 15 a 18 hs
Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) Sede Caseros.

ACTIVIDAD NO ARANCELADA 

Reservá tu lugar o consulta escribiendo a ancestrasgye@untref.edu.ar

*Mónica Navarro es Directora de la Especialización en Intervención y Gestión Gerontológica y y Responsable del Programa Ancestras (UNTREF). Asistente social, Piscología, especialista en Psicogerontología, especialista en Sistemas de Salud y Seguridad Social y doctorada en Sociología

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Acá podes insultarnos, dejar tu mensaje, todo eso.